jueves, 21 de marzo de 2013
La pureza de los niños
Jesús dijo..."dejad que los niños vengan a mi, no se lo impidais". Es que en un niño, a pesar de tantas aberraciones que vemos en estos tiempos, es muy dificil matar su pureza. Porque el niño (a) perdona a quien lo lastima, lo agrede, lo viola y vuelve a creer, se aferra a ese mundo de fantasia, donde viven los Peter Pan o los garfios (a pesar de todo) para seguir creyendo, confiando de que "esto tambien pasará". Hay muchas personas en el mundo que trabajan por recuperar a los niños dañados, lastimados, heridos, por nosotros los adultos. Dios es fiel, y muchas veces debemos dejar usarnos por el Espiritu Santo, para levantar y sanar con nuestras manos, con nuestro tiempo, con nuestra ayuda a cientos de miles dañados por el egoismo y la maldad. El mensaje, el pedido de Jesucristo, resuena hoy más fuerte que nunca..."dejad que los niños vengan a mi, no se lo impidais"
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