miércoles, 27 de marzo de 2013

El Credo de Martin Luther King





Hoy, en la noche del mundo, con la esperanza de la Buena Noticia,
afirmo con audacia mi fe en el porvenir de la humanidad.
Rechazo la idea de que en las actuales circunstancias las personas estén incapacitadas
para hacer una tierra mejor.
Rechazo la creencia de que el ser humano es una brizna de paja transportada por la corriente de la vida,
sin posibilidad de influir en lo más mínimo en el curso de los acontecimientos.
Rechazo la opinión de quienes consideran que las personas están de tal manera prisioneras
en la noche sin estrellas de la guerra y del racismo,
que nunca podrá llegar a ser realidad la aurora luminosa de la paz y la fraternidad.
Rechazo la predicción según la cual los pueblos descenderán unos tras otros por el torbellino del militarismo hasta el infierno de la destrucción atómica.

Creo que la verdad y el amor sin condiciones tendrán efectivamente la última palabra,
pues la vida, aunque provisoriamente derrotada, es siempre más fuerte que la muerte.

Creo firmemente que aún en medio de las bombas que estallan y lo cañones que truenan,
permanece la esperanza de un mañana luminoso.

Tengo el coraje de creer que un día todos los habitantes de la tierra tendrán tres comidas por día
para la vida de su cuerpo, educación y cultura para la salud de su espíritu,
igualdad y libertad para la vida de sus corazones.

Creo igualmente que un día toda la humanidad reconocerá en Dios la fuente del amor,
que la bondad salvadora y pacífica será algún día la ley, que el lobo y el cordero reposarán juntos,
que toda persona se sentará bajo su higuera en su propia viña, y que nadie tendrá motivo para tener miedo.

Creo firmemente que obtendremos la victoria.

viernes, 22 de marzo de 2013

Mi vecino


Nuestro barrio
Vivo en un barrio, alejado del centro de Posadas, capital de la provincia de Misiones. Hace apenas dos meses, llegué a esta provincia de Capital Federal. En realidad no sabíamos donde íbamos a radicarnos, porque alquilar puede depararnos ingratas sorpresas. En esta ciudad se encuentra la Iglesia en la que nos congregábamos y de la que nos ausentamos hacia ya dos años. Así que al regresar pedimos ayuda a nuestros hermanos de fe, para que nos ayudaran a conseguir una casa para nuestra pequeña familia. Demás esta decir que pedimos a Dios que él estuviera en control y que nos llevara al lugar donde pudiésemos vivir en paz y fuésemos de bendición para nuestros vecinos. Rápidamente surgió la oportunidad de alquilar una casa cómoda y confortable aunque bastante alejada de nuestros lugares de trabajo, pero por el apuro y confiando en que era lo mejor aceptamos. La vivienda es una construcción sencilla que forma parte de un barrio, con la que el gobierno de Misiones facilita el acceso a la vivienda a los empleados de la administración publica, con la mayoría de los servicios y transporte urbano para poder movernos a pesar de la distancia.

Nuestros vecinos
Al llegar a la casa fuimos recibidos por vecinos que estaban a cargo de la vivienda vacía  ya que su dueño esta radicado en el interior de la provincia. No hicimos buenas migas, no es fácil hacerlo con vecinos (creíamos) tan distintos a nosotros, a nuestras rutinas y a nuestra desconfianza natural al llegar a un lugar desconocido para nosotros. Pero lentamente fuimos estableciendo pautas de conducta y distancias que hicieron que nos vayamos distanciando, quedando solamente el saludo habitual del "buenos días  o "buenas tardes" pero nada más. Notamos que la hija mayor del matrimonio estaba embarazada, y fuimos testigos casuales de la tragedia que vivió la familia, cuando la bebé recién nacida falleció días después en el Hospital. Le dimos nuestro pésame a los abuelos, pero sin involucrarnos demasiado, ya que creamos que estas personas nos rechazarían por nuestra fe y forma de ser, tan distintos a ellos.

Invasión de amor
A todo esto, nuestra Iglesia con miles de Iglesias cristianas de todo el país  se encuentran trabajando en lo que se denomina "Invasión de amor" en la cual se prepara una campaña evangelistica para llevar la Palabra de Dios a todo el país. Como miembros de la congregación también nosotros nos vimos involucrados en salir a invitar  a más personas que quisieran que se orase por ellos, en los días previos a la campaña evangelista  Así que, empujado por la voz del Espíritu Santo que me inquietaba enormemente para que los vaya a invitar a mis vecinos, un día venciendo mi cerrazón hacia estas personas, a las que ya las había juzgado como impropias de recibir esta invitación a pesar de que así el Señor me lo había indicado me acerqué hasta la señora de la casa, aprovechando que sus hijos no estaban y que su marido estaba en el trabajo y con mucha timidez me presenté como cristiano evangélico y le alcance los folletos de invitación a la campaña y le pregunté si quería que orásemos por ella y su familia, sin ningún compromiso.

Dios me sigue sorprendiendo
El Señor me sigue sorprendiendo y me demuestra, en hechos concretos, cuanto debo "amar a mi prójimo  sin juzgarlo, y por sobre todo perdonando.
Cuando comencé a preguntarle si no le molestaba la invitación que le estaba haciendo (suponiendo que ella no era cristiana) ella me contó que su esposo había aceptado a Jesucristo y se había bautizado en LA MISMA IGLESIA donde nosotros nos congregábamos y que se había apartado hacia algunos años, luego de tener diferencias con un líder de su grupo. El esposo de esta señora, es un hombre que trabaja todo el día como operario de una retro excavadora. Mientras ella me contaba su historia, yo en mi interior solamente atinaba a pedirle perdón a Dios.
Hoy ya estamos orando por Hilda y Wenceslao, nuestros vecinos y por su hija Ana que perdió a su hija a causa de una mala praxis en el Hospital de la ciudad. Tan grande fue mi alegría que no dejo de alabar a Dios por la tremenda lección de vida que me dio y a la vez me alentó a ser presto al oír su voz, y en cumplir lo que Él me manda y por eso hoy lo estoy compartiendo con Uds, los que leen este testimonio.
Una vez un amigo me dijo que "nosotros somos los unicos culpables de retrasar la bendicion que Dios tiene para nosotros, con nuestros planteos racionales, con nuestras excusas, con nuestros prejuicios". Bendicion que Él tiene para muchos que sufren y esperan un milagro en sus vidas. Somos nosotros y no Dios quienes retrasamos esta bendición para los demas. He aprendido mi leccion y he encontrado a unos hermanos en Jesucristo en Wenceslao y en Hilda mis vecinos, mis "próximos" mis prójimos. ¡Gracias Señor! ¡Gloria y Alabanza a tu Santo Nombre!

El valle de los huesos secos


Nuestro mundo, nuestro barrio, nuestra familia, necesitan de nuestro mensaje

"Profetiza sobre estos huesos y diles: Huesos secos oid palabra de Jehová" (Ezequiel 37: 4)
El profeta Ezequiel fue el profeta llevado en cautiverio a Babilonia en el año 597 a.C, y profetizó en Babilonia a otros cautivos, mientras su contemporáneo Jeremías lo hacia con los que habían quedado en Judá. Podríamos resumir, la misión de Ezequiel fue anunciar al pueblo en cautiverio, siendo esclavos de los paganos, que Dios está vivo, como lo sigue estando aún para nosotros hoy. Y tiene planes maravillosos para nosotros y para nuestro futuro, por más que nos encontremos en situaciones de vida terribles, sin trabajo, enfermos, en la cama de un sanatorio o de un Hospital, Dios existe, esta vivo y envía a sus obreros para comunicarnos su palabra.
"Soplando Vida" busca llevar la palabra de Dios al "valle de los huesos secos" que se encuentran en el mundo, en mi barrio, en mi trabajo, en las estaciones de ómnibus  hoteles, plazas y lugares donde Dios quiere enviarme a predicar su palabra. "Huesos secos, oid la palabra de Jehová" (Ez. 37:4) sigue siendo el mandato actual para cualquier cristiano renacido, en cuyo corazón Reine Jesucristo.

jueves, 21 de marzo de 2013

La pureza de los niños



Jesús dijo..."dejad que los niños vengan a mi, no se lo impidais". Es que en un niño, a pesar de tantas aberraciones que vemos en estos tiempos, es muy dificil matar su pureza. Porque el niño (a) perdona a quien lo lastima, lo agrede, lo viola y vuelve a creer, se aferra a ese mundo de fantasia, donde viven los Peter Pan o los garfios (a pesar de todo) para seguir creyendo, confiando de que "esto tambien pasará". Hay muchas personas en el mundo que trabajan por recuperar a los niños dañados, lastimados, heridos, por nosotros los adultos. Dios es fiel, y muchas veces debemos dejar usarnos por el Espiritu Santo, para levantar y sanar con nuestras manos, con nuestro tiempo, con nuestra ayuda a cientos de miles dañados por el egoismo y la maldad. El mensaje, el pedido de Jesucristo, resuena hoy más fuerte que nunca..."dejad que los niños vengan a mi, no se lo impidais"